¡Cómo te quiero, Oh Señor!

Amigos, deseo compartir el Salmo 18, que es mi favorito.
Comienza con una frase bien fuerte:
¡Cómo te quiero, oh Señor, fuerza mia!
Esta es mi declaración de amor a Dios, mi fortaleza.
El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi libertador. ¡Oh mi Dios! ¡Roca en que me refugio, mi escudo, mi fuerza y mi salvación!
Con estas palabras, reconozco mi pequeñez y la grandeza de mi Dios quien me ampara y sobre el cual apoyo mi fe.
Invoqué al Señor, tan digno de alabanza, y me salvó de mis enemigos.
El siempre está a mi lado, presto a socorrerme y a guiarme. Por eso le alabo, con todo mi corazón.
Amigos les invito a leerlo completo y a orar con él.

Un abrazo
Oscar