Amistades y Matrimonio

Hola, buenas tardes;
Los integrantes de un matrimonio tienen derecho a establecer amistad con personas del sexo opuesto, pero los límites de ese tipo de relaciones deben de ser muy específicos para evitar involucrarse de mas desde mi punto de vista. El problema es que actualmente se maneja cada vez mas que uno puede salir incluso a tomar un cafe, o a divertirse, con amig@s sin que se involucre a la pareja. Asi mismo cada vez se defiende mas el hecho de poder decir te quiero mucho o incluso te amos siempre cuando este dentro de un concepto de amistad.
Me podrían ayudar dandome su opinión de hasta donde es correcta la interacción con amig@s si uno ya esta casado?

Hola, disculpa la tardanza para responder.
El matrimonio católico tiene una característica que lo hace diferente a otras formas de unión, es un SACRAMENTO, o sea, está bendecido, animado y ordenado por Dios mismo.
Tres virtudes debe tener el matrimonio cristiano:
- debe ser exclusivo,
- debe ser voluntario y
- debe ser fecundo.

Si involucramos a otras personas ajenas a muestra relación, estamos jugando con fuego pues nos acercamos al límite de lo que significa la exclusividad.
Muchos matrimonios han fracasado debido a que uno de sus miembros se ha enamorado de otra persona, y ha pensado que ese estado de enamoramiento puede ser equivalente al amor.
Como estos acercamientos son buscados, también fallan contra la virtud de voluntaria de la relación conyugal.
Una prueba sencilla debería ser la capacidad de poder llevar esa relación de amistad en el marco de la legalidad y no se forma subrepticia.

Me explico: Si yo puedo abrazar a esa amistad en frente de mi cónyuge sin que eso salga de la naturalidad, no puede ser malo, pero si tengo que hacerlo a escondidas, es obvio que no es correcto. lo mismo sucede con las conversaciones, los besos, los mensajes, etc.
Más aun, si uno busca divertirse sin contar con su pareja, ¿Dónde queda la exclusividad?

Si se trata de amistad, nuestra pareja debe ser aceptada en los círculos a los que pertenecemos. Si nuestra pareja sale sobrando, hay que revisar si nos conviene pertenecer a ese círculo social.

Puede darse el caso de que nuestra pareja tenga un carácter que nos impide acercarnos a un grupo de forma natural. Conozco un señor que quería ser rotario, estar en el club de tenis, el Automóvil Club, etc. Pero su esposa era reacia a participar de esos grupos. Finalmente él dejó de lado todas esas sus pretenciones, pues estando ahí sólo, se sentía vacío.

En estos tiempos es fácil encontrarse con amigas y amigos de la juventud, con tus viejos chequeos, con tus ex novias, mediante las redes sociales.
Si estas relaciones se desenvuelven dentro del marco de la naturalidad y no a estar escondiendo los saludos, los comsntarios o a llegar a extremos de registrar a tus amigas y amigos con nombres falsos, las cosas pueden funcionar.

Tu pareja es quien debe tener tu atención exclusiva, cualquier atención hacia otra persona debe sujetarse al respeto y al fidelidad que le debes a tu pareja.

Un abrazo.
Oscar